First things first: I hope you have all been able to enjoy a very happy Christmas with loved ones.

For a professional sportsman living away from home, the holiday season is a special moment.

This is the latest column from Edinburgh and Argentina star Juan Pablo Socino. Watch JP and others LIVE on FloRugby.

It is now nine years since I first began this adventure as a professional rugby player in Europe, which means I’ve spent the last nine Christmases away from Argentina, with all that comes with it.

When I made the decision to move and play pro rugby in Spain, it never came into consideration that I would have to spend these days away. I only knew that my dream was to live off the sport I love.

The calendar of a professional sportsman doesn’t know of Christmas or New Years. In all these years, I’ve lived many different scenarios: playing on Dec. 24 in Saracens, London, whilst living in Newcastle; training sessions on the 24 and the morning of the 26, having to play on Jan. 1 in Cornwall, South of England, when living in Rotherham. Training between Dec. 20 and the New Year is a common thing.

Fans in the Middle East and North Africa, Latin America, Spain, Portugal and France can see the Guinness PRO14 LIVE on FloRugby.

It requires a lot of effort. You need to follow a diet when everybody is celebrating and eating Christmas food, or having to go to bed early because you have an early training call the following morning, not to mention being in a hotel with the team preparing for game; all of this is being a professional sportsman.

I am not complaining, only describing what it feels like at this time of the year. Fortunately, I chose to live this time of the year with happiness. It is my dream and it fills my soul.

I celebrated Christmas with my wife, my brother and old mates from Newcastle. Having trained on the morning of the 24th in Edinburgh, we drove 120 miles with the dog, presents and food, a bundle of joy.

We eat all the traditional foods we eat in Argentina, waiting until midnight to celebrate and open our presents. As I mentioned, I had to be back home to train on the 26th.

Local Derby

Before Christmas, we played our local derby; not only a game in the Guinness PRO14, but with the 1872 Cup on offer.

It is an incredible game, one in which what has happened before is unimportant; you toss away the tactics, friends and family are split to enjoy this Scottish rugby party. More than 20,000 people came to Murrayfield, the atmosphere starting on the city streets.

As a team, we were very focused, because of the game being a derby but also because it is important that we continue adding tournament points, more so being halfway in the season.

We were also aiming to defend our unbeaten record at home.

In aiming for this, we came out wanting to impose ourselves physically, trying to stop Glasgow’s attack. We knew they would try to play an open game, attacking from everywhere.

To stop this, we were very committed in defense and our tackling was the key.

In frustrating their attack, we managed to intercept two balls that became tries. As time passed, we felt more in control, denying them the chance of a comeback with the strong support coming from the stands.

It was a much-celebrated 23-7 win. I played the final minutes but fully enjoyed them.

Return

Any joy you get in sport is short lived because you must soon start to think on what is next. And what is next is the return game in Glasgow; both games sandwiched Christmas which meant training on the 24th and 26th.

Therefore, how we celebrated was crucial, as was being focused on looking after ourselves to ensure we reach the game in prime condition.

It will probably be a tougher game than the first one as they will need to win at home in front of their fans. It will again be played in front of colorful stands. It is a game we very much look forward to, hoping to come out with a win and thus being able to celebrate in form of the New Year

Va a ser un partido probablemente más duro que el primero ya que ellos tienen que tratar de revertir.

How are we planning to celebrate? By training on the 31st and 1st… We don’t want to break with traditions!

Primero lo primero: espero que todos hayan podido pasar una feliz Navidad, compartiendo con quienes aman un gran momento del año.

Para el deportista profesional cuando vive lejos de su casa, las fiestas son un momento especial.

Van a hacer casi nueve años desde que empecé esta aventura del rugby profesional en Europa, lo que significa nueve navidades lejos de Argentina, con lo que eso conlleva. 

Cuando tomé la decisión de irme a jugar rugby profesional a España, en ningún momento evalué como podría ser tener que pasar estos momentos alejado: lo único que importaba es que iba a cumplir mi sueño de volverme profesional en el deporte que amo. 

El calendario del rugby profesional no conoce de navidades o año nuevo. En todos estos años, me ha tocado pasar todo tipo de situaciones: jugar el 24 de diciembre en Saracens (Londres) cuando estaba viviendo en Newcastle, entrenar 24 y 26 de diciembre por la mañana, tener que jugar un primero de enero en Cornwall (sur de Inglaterra) cuando vivía en Rotherham. Entrenar entre el 20 de diciembre y el año nuevo es hago habitual.

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El esfuerzo es mucho. Tener que seguir dietas alimentarias cuando todos están disfrutando de las tradicionales comidas navideñas, o tener que acostarse más temprano para tener que ir a entrenar la mañana siguiente y ni hablar cuando hay que pasar estas fechas concentrados en hoteles en ciudades lejanas es parte de lo que significa ser un deportista profesional.

No me estoy quejando, solo contando como se vive esta época. Por suerte, elijo vivir las fiestas con tremenda felicidad, es mi sueño y me llena el alma. Tuve la suerte de festejar Navidad como siempre con mi mujer, con mi hermano y viejos amigos en Newcastle. Luego de haber entrenado el 24 a la mañana en Edimburgo, emprendimos el viaje en auto, unas 120 millas, con el perro, regalos y comida, pero también con muchísima alegría.

Comimos todas las comidas tradicionales como solíamos hacer en Argentina, esperando a las 12 para brindar y abrir los regalos. Pero como mencione antes, hubo que volver para entrenar el 26.

Derby Local

Antes de las fiestas, tuvimos el clásico local; no es solamente un partido del Guinness Pro14, también se disputa emblemática 1872 Cup.

Es un partido increíble, donde todo resultado previo no importa, donde la táctica se tira un poco por la ventana, donde conocidos y familiares se dividen para vivir esta fiesta escocesa del rugby. Más de 20mil personas le dieron un marco increíble al estadio de Murrayfield, llenando las calles desde temprano.

Como equipo lo encaramos con muchísima seriedad, por ser un clásico y porque como partido de liga es muy importante sumar, sobre todo en este cierre de mitad de temporada.

Buscábamos, además, mantener el invicto en nuestra casa.

Salimos a imponernos físicamente, intentando frenar el ataque de Glasgow. Sabíamos que ellos iban a tratar de proponer un juego muy expandido, tratando de salir jugando desde cualquier parte de la cancha.

Para frenar estos avances, nuestro compromiso con la defensa y el tackle fue primordial.

Frustrando cada ataque que ellos intentaban proponer, logramos interceptar dos pelotas que terminaron en try. Así iban pasando los minutos y nos sentíamos cada vez más en control, complicando la levantada de nuestro rival y con el apoyo del estadio detrás nuestro.

Fue una victoria por 23 a 7 muy celebrada por todos. Jugué unos pocos minutos pero los disfruté mucho.

Revancha

Toda alegría es efímera en el deporte porque enseguida hay que pensar en lo que viene. Y lo que viene es la revancha en Glasgow, con el atenuante de haber tenido la Navidad entre ambos partidos, lo que hizo que tengamos que entrenar el 24 y el 26. Por eso, fue clave celebrar de la mejor manera con la familia, manteniendo siempre la cabeza en el objetivo, la táctica y cuidarnos físicamente para llegar al partido de la mejor manera.

Va a ser un partido probablemente más duro que el primero ya que ellos tienen que tratar de revertir el resultado frente a sus fans y en casa. Será un partido nuevamente con mucho color en el estadio y sus alrededores, uno que vamos a estar esperando con ansias, para poder salir victoriosos y poder celebrar un año nuevo.

¿Cómo celebraremos? Entrenando el 31 y el 1… ¡para no romper con las tradiciones!